miércoles, 30 de julio de 2014

SING. Canciones que inspiran.


And raise your voice every single time they try and shut your mouth.
Sing it for the boys, sing it for the girls.
Every time that you lose it, sing it for the world.
Sing it from the heart, sing it 'til you're nuts. 
Sing it out for the ones that'll hate your guts.
Sing it for the deaf, sing it for the blind. 
Sing about everyone that you left behind.
Sing it for the world, sing it for the world.
We've got to see what tomorrow brings.
Sing it for the world, sing it for the world
Yeah, you got to be what tomorrow needs
Sing it for the world, sing it for the world...
 
Canción original de My Chemical Romance.

lunes, 28 de julio de 2014


Unos escriben historias, otros las experimentan.

Unos imaginan romances, otros los sienten.

Unos sueñan el mundo, otros lo viven.


¿De qué clase eres tú?

miércoles, 23 de julio de 2014

¿Le echas de menos?

Sí, supongo. Pero te acostumbras. Te acostumbras a tener ese hueco, ese vacío que no se puede llenar, que se va haciendo más pequeño a lo largo de los años pero no desaparece ni lo hará. Que algunos días crece y duele como si la herida estuviera recién hecha.

Los recuerdos son cada vez más borrosos y lejanos, su nombre rara vez se pronuncia, su foto se convierte en un elemento de decoración más en el dormitorio de mi madre. Parece como si nunca hubiera pasado, como si la vida siempre hubiera sido así, sin él, aunque durante los primeros 8 años de mi vida no fuera así.

Imágenes que prueban su existencia, algunas menciones en conversaciones, fragmentos de recuerdos que no parecen reales: su coche blanco, su reloj de pulsera, el olor a crema de después de afeitar, su olor a tabaco, cuando le llevaba una cerveza al salón, el tumbarme apoyando mi cabeza en su pierna mientras él veía la tele, el miedo que me entraba cuando me subía en sus altísimos hombros, herramientas de pesca y un muelle olvidado, un parque con patos y un trayecto en coche junto a avestruces que asomaban sus largos cuellos sobre unas verjas de metal... Son retazos que vienen a mi memoria de vez en cuando, cada vez menos con menos frecuencia. Y no quiero olvidar pero tampoco quiero pasarme la vida recordando.

Y, ¡qué casualidad! Hoy hace 12 años y dos meses justos...

¿No te gusta nadie?

Los pocos chicos que realmente conozco no me gustan como algo más que amigos. Los que me han gustado siempre han sido de vista, sin conocerlos, la mayoría tenían novia, otros no, pero me era incapaz acercarme o incluso mantener una conversación decente cuando ellos lo intentaban.
Me hacía ilusiones, intercambiábamos miradas y sonrisas, los idealizaba, me imaginaba escenas con ellos que nunca iban a pasar y nunca pasarán, por eso he decidido dejar de "enamorarme" (por llamarlo de alguna forma) a simple vista.
Porque estoy cansada de montarme películas, de tener las expectativas tan altas que nadie las pueda alcanzar. He decidido no fijarme en nadie que no conozca aunque ello implique no mirar a los susodichos o, al menos, tengo que dejar de hacerme ilusiones.

lunes, 14 de julio de 2014

El fuego de la danza continúa...

Tony paró el reproductor de música y sacié mi sed. Hacía 6 meses que había empezado su gira y por fin le habían dado unas semanas de descanso. Esos meses sin él habían sido duros, muy duros, afortunadamente nos la arreglamos para tener el tiempo suficiente para hablar a diario y ponernos al día. Las críticas del musical habían sido buenas y cada vez les solicitaban para más lugares. Además de realizar las actuaciones, a Tony le enseñaban nuevas técnicas y estilos de baile y le ayudaron a mejorar su voz para que participara también en los coros. Le veía más seguro de sí mismo que cuando se fue y también más maduro.
Por mi parte, seguía en la academia Salazar, trabajando duro y a diario, y me había apuntado a un concurso de baile en el que el ganador se llevaría una beca para estudiar en una de las academias de danza con más prestigio de la comunidad. Faltaba apenas mes y medio para el gran día.
- Entonces, ¿cómo me ves? - Le había pedido que me ayudara a mejorar mi coreografía.
- Perfecta, como siempre. - Me dijo guiñándome un ojo. Puse los ojos en blanco aunque mi corazón latió frenético ante ese gesto.
- Necesito que me digas mis fallos, sino no voy a mejorar nunca. - Se pasó una mano por la cara, parecía cansado. Se acercó y entrelazó sus dedos con los míos, su contacto me relajó.
- Lo primero que debes hacer es disfrutar del baile, no te exijas tanto, siéntelo. - Pegó su frente a la mía. Le besé. - Te he echado de menos.
- Yo también a ti. - Nos abrazamos.
Después de un pequeño descanso retomamos el ensayo.
- Vamos a probar una cosa. - Dijo parándose a medio camino del reproductor. - Baila sin música, haz la coreografía pero a tu ritmo. Una vez que forme parte de ti, podrás adaptarla a cualquier melodía.
- ¿Eso es lo que te están enseñando o se te acaba de ocurrir? - Arqueó una ceja.
- ¿Quieres mi ayuda o no? - Me encogí de hombros e hice lo que él me pidió. Bailar sin algo que indicara el compás era difícil así que conté con la cabeza. Un, dos, tres, cuatro... Un, dos, tres, cuatro...
El ritmo de la música era más rápido pero de esta forma podía centrarme en marcar mejor los pasos y realizarlos con la fuerza o suavidad que debía. Cuando terminé la coreografía, Tony me miró pensativo sin decir nada.