miércoles, 30 de diciembre de 2015

VISTA ATRÁS DEL 2015

Lo rápido que se me ha pasado este año y la de cosas que han ocurrido en él... Siento que en estos 12 meses he crecido de tal forma que no siento que todavía tenga 21 años, los mismos que hace diez meses cumplí, sino que ese número debería subir un par de unidades (aunque no tengo prisa porque así sea).

He visitado nuevos lugares, pasado un fin de semana fuera de casa con mis amigos, comido una de las mejores pizzas que he tenido el placer de probar y reído como nunca mientras intentábamos descifrar uno de los acertijos más difíciles que he oído.

La adquisición de mi adorado Ford Fiesta, que llevaba queriendo desde mucho antes de sacarme el carnet, me ha dado una mayor independencia.

A lo largo del año me he dado cuenta de la verdadera personalidad de ciertas personas y eso me ha ayudado a resignarme y aceptar que son así y que no puedo esperar más de lo que hay. No les pienso dejar de lado pero tampoco ir detrás.

Tener mi primer trabajo. Esa, sin duda, ha sido la experiencia que más me ha marcado este año. Durante esos seis meses me he relacionado con gente maravillosa, conocido mis límites y sorprendido a mí misma ante respuestas que no esperaba dar o situaciones en las que no me había encontrado antes.
Por otra parte, también me he cruzado con personas con las que prefiero no volverme a encontrar y recibido, en ocasiones, un trato que no merezco. A pesar de esto último, no me arrepiento en absoluto de mi paso por allí.
Tanto he crecido con esta experiencia que no soy capaz de transmitir con palabras el cambio que siento en mí.

No se cuál va a ser mi objetivo final profesionalmente hablando pero sí se el siguiente paso que voy a dar y tengo varios planes B en la manga por si el A me falla.

Y, como no, por último pero no por ello menos importante, mencionar que en breves tendré un rol familiar más además de ser hija, hermana, sobrina, nieta y prima... ¡¡¡Voy a ser tita!!!

Con un poco de mayor seguridad en mi misma, acumulando mimos para darle a esa criatura y los ojos abiertos, aunque con la cabeza aun a ratos en las nubes, me despido del 2015, para mí un año de novedades.