Lo rápido que se me ha pasado este año
y la de cosas que han ocurrido en él... Siento que en estos 12 meses
he crecido de tal forma que no siento que todavía tenga 21 años,
los mismos que hace diez meses cumplí, sino que ese número debería
subir un par de unidades (aunque no tengo prisa porque así sea).

La adquisición de mi adorado Ford
Fiesta, que llevaba queriendo desde mucho antes de sacarme el carnet,
me ha dado una mayor independencia.
A lo largo del año me he dado cuenta
de la verdadera personalidad de ciertas personas y eso me ha ayudado
a resignarme y aceptar que son así y que no puedo esperar más de lo
que hay. No les pienso dejar de lado pero tampoco ir detrás.

Por otra
parte, también me he cruzado con personas con las que prefiero no
volverme a encontrar y recibido, en ocasiones, un trato que no
merezco. A pesar de esto último, no me arrepiento en absoluto de mi
paso por allí.
Tanto he crecido con esta experiencia que no soy
capaz de transmitir con palabras el cambio que siento en mí.
No se cuál va a ser mi objetivo final
profesionalmente hablando pero sí se el siguiente paso que voy a dar
y tengo varios planes B en la manga por si el A me falla.
Y, como no, por último pero no por ello menos importante, mencionar que en breves tendré un rol familiar más además de ser hija, hermana, sobrina, nieta y prima... ¡¡¡Voy a ser tita!!!
Con un poco de mayor seguridad en mi
misma, acumulando mimos para darle a esa criatura y los ojos abiertos, aunque con la cabeza aun a ratos en las
nubes, me despido del 2015, para mí un año de novedades.