Es difícil saber cómo definirse a uno mismo. No puedes ser objetivo, verte desde fuera sin añadir ninguna exageración o infravalorarte.
Cuando tengo que describirme a mi misma ante alguien nunca se que decir, porque no soy siempre igual. Con esto no me refiero a que tenga dos caras, que sea una hipócrita o una falsa, sino a que no me comporto de la misma forma en clase que cuando estoy con mis amigos; cuando salgo de fiesta o mientras camino por una calle abarrotada de gente; cuando estoy sola o cuando tengo compañía.
Soy tímida con las personas que no conozco e incluso a veces con las que conozco, en cambio si estoy sola esperando en algún sitio y se me ocurre algún comentario que hacer a un desconocido, hablo. Me cuesta participar en una conversación cuando estoy en un grupo grande, en cambio, puedo sacar temas casi sin dificultad para hablar con uno o dos compañeros que están en silencio a mi lado si me veo con ganas de charlar.
Hay días en los que no tengo problema para participar en clase, respondiendo en voz alta y clara a lo que preguntan, en cambio, hay otros en los que el corazón me late con fuerza en el pecho y las manos me tiemblan nada más pensar que tengo que decir algo delante del resto.
Mi conclusión es que si quieres conocer a alguien tienes que tratarle a diario, ver cómo trata a los demás, la forma en que pide un café, las veces que usa el "por favor" y el "gracias", la forma en que se comporta con sus amigos o cuando ve algo que le encanta, los comentarios que hace respecto a los que le rodean, sus aficiones y gustos, etc. Porque:
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