martes, 14 de octubre de 2014

Happiness...

Hace poco menos de un mes empecé una nueva etapa de mi vida, aunque a simple vista no parece diferente: sigo siendo estudiante y vivo en el mismo sitio. Lo que sí ha cambiado es dónde estudio. Entrar en un sitio nuevo (y relativamente lejano), tener que empezar desde cero a conocer a los demás, adaptarte, sin conocer a ninguna otra persona de antemano... Lo veía un reto, algo que quería hacer y ponerme a prueba. Y me estoy sorprendiendo a mi misma: el buen ambiente que hay en la clase (incluyendo la falta de divisiones marcadas en el grupo), hace que sea capaz de hablar con todos, incluso de atreverme a proponer ideas en voz alta en clase, a exponer delante de ellos y no estar excesivamente nerviosa...

Estoy en un momento en el que estoy contenta con todo lo que tengo, con quienes tengo a mi alrededor y en mi vida y conmigo misma. Estoy en la frágil línea de la felicidad en la que pienso aguantar todo lo que pueda.
Y me he dado cuenta de otra cosa: la felicidad atrae a los demás como un imán. Siento cómo hay personas que se quieren acercar a mi, que les gusta (o por lo menos eso creo) charlar conmigo y me sorprendo una vez más a mi misma siendo capaz de mantener una conversación "interesante" (lo pongo entre comillas porque para cada uno será interesante un tema distinto).
En resumen, soy feliz y procuraré seguir siéndolo. ¿Mi consejo? Fuera preocupaciones, agobios innecesarios y comederos de cabeza.

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