Tal y como esperaba, este año no ha sido lo mismo, no mejor ni peor, simplemente distinto. Esta semana de feria he salido menos que la del año pasado pero mi grupo ha estado más unido que nunca. He descubierto cosas de ellos que no sabía y hemos compartido opiniones que no sabíamos que teníamos en común. Si a esta unidad del grupo le añades un camarero monísimo por el que se nos caía la baba y un desayuno de churros el último día, se puede decir que ha sido una buena feria. Que podría haber sido mejor, por supuesto, pero estoy contenta con lo que tengo y eso es algo que debería hacer más a menudo: apreciar el momento en vez de desear que pasara esto o aquello.
A partir de esto mi propósito es tomarme las cosas con calma y no agobiarme porque el verano se va a acabar y no he ido tantas veces a la playa como quería, hecho una escapada de fin de semana con amigos o familia o conocido a gente nueva.
CARPE DIEM!
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