domingo, 7 de diciembre de 2014

Clarificación

Y una vez más la historia se repite. Puede que hoy no haya sido un buen día para ambos, o solo un día raro, pero se supone que las personas no te gustan un día sí y al otro no, y al siguiente te vuelve a gustar, sino que es algo continuo. Puede que me esté adelantando al concluir que ya tengo claros mis sentimientos, que ya se ha zanjado la cuestión y que podemos seguir con una amistad. Pero es lo que siento hoy.

Ninguna mala palabra, ningún gesto desagradable... En absoluto, sino todo lo contrario, es un chico simpático de muchas virtudes, con el que comparto los mismos ideales y mantenido conversaciones de varios temas. En resumen, una vez más, el problema soy yo.

No conscientemente, claro. No se elige quien te gusta y quien no. No se qué esperaba sentir cuando le viera pero desde luego no era eso. Se supone que cuando ves a la persona que te gusta te late el corazón más deprisa, sientes un cosquilleo, un nerviosismo en el estómago, o mariposas si lo prefieres llamar así, se dibuja una sonrisa en tu cara y no te quieres alejar de su lado... Llamadme peliculera, romántica o fantasiosa pero yo lo veo así.

Quiero sentir pasión, quiero sentir que necesito hablar con esa persona aunque sea un par de minutos al día, ver sus fotos y suspirar ensimismada, notarlo en mi cabeza (a pesar de que eso pueda llegar a ser molesto a veces), pensar que a pesar de sus imperfecciones es perfecto para mi, tener que esforzarme por concentrarme en lo que está diciendo por estar demasiado embobada en el movimiento de sus labios...
Se que no hay prisa, que ya llegará. Y que cuando llegue merecerá la pena la espera. Pero mientras tanto, quiero sentir todo eso y más.

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