lunes, 20 de mayo de 2013

LA TENSIÓN NO ES BUENA AMIGA

2º de bachillerato, un curso lleno de intensidad: muchos exámenes en poco tiempo, estrés, prisas, agobios... pero también millones de risas, buenos ratos, un flechazo tonto, bromas, motes, apuestas con piruletas... Desde luego fue un año que no quiero olvidar, pues lo bueno es más que lo malo. Pero no se puede vivir en el pasado, hay que vivir el presente, y no solo eso, también disfrutarlo.
Este año, sobre todo este último trimestre, me lo estoy tomando como bachiller (agobio, estrés y mucho estudiar) pero no tendría que ser así, debería ser mucho más relajado, más tranquilo. Esta tensión de nervios está haciendo que me quede más delgada, y no precisamente en el buen sentido. Ya el curso pasado perdí cerca de 3 kilos por eso mismo y se me empezaron a notar las costillas, la clavícula, los hombros... no tengo una complexión tan esbelta, no soy muy ancha pero tampoco tan menuda. Y ahora que se acerca el verano, con mis bikinis palabra de honor, se me notará aún más esta delgadez.
No estoy acomplejada con eso, mientras no me hagan fotos en la playa estoy contenta... El problema es que esa presión está haciendo que me consuma a mi misma y no solo físicamente, mentalmente estoy cansada, no descanso por las noches, sueño tanto que parece que apenas he dormido.

La solución: tengo que cambiar mi forma de ver las cosas.

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